SANTO DOMINGO. Luis Carlos Hernández Jiménez se ha convertido en menos de 24 horas en el héroe que nos faltaba. El eslabón perdido entre la anomia y la indiferencia ante la deshumanización galopante de la sociedad dominicana y el deseo de servir al prójimo y a los nos necesitan sin reparar clase social, género o lugar de origen.
Ayer , a la una de la tarde, un tragedia conmovió a la sociedad. Estephany Báez Pérez de 17 años, con 24 semanas de embarazo, se lanzó desde una de las barreras del elevado de las avenidas 27 de Febrero con Máximo Gómez. La generó graves contusiones en su cabeza y la pérdida de la criatura que llevaba en su vientre.
Al instante, Luis Carlos Hernández Jiménez, un joven de menos de 30 años, estudiante de medicina de UNIBe, hijo de un prominente medico, quien se desplazaba en su yipeta por el túnel de la Máximo Gómez, se desmontó de su vehículo y socorrió a la joven.
LLamó al 911 y hasta tanto los paramédicos no estuvieron presentes en el lugar brindando las primeras atenciones médicas a la joven, no se apartó de su lado.
Las fotos de Luis Carlos junto a la malograda Estephany han inundado las redes sociales.
Ante tanta maldad, ante tanta desesperanza, ante tanta indiferencia y desconfianza de unos con otros en un país que ha invertido sus valores y sus principios por el bien material y lo ilícito es ley de la calle, Luis Carlos es una esperanza de que como dicen muchos , no todo está perdido…