Al sentirme emocionado y conmovido por esas palabras, dichas con el corazón de un hombre noble que
amó a la madre dominicana no pude resistir la tentación de Publicarlo en la pagina
"En este Día de las Madres
debemos consagrar una hora a ella; a la madre de todos, a la que cada
día pasa por nuestro lado sin que sepamos su nombre; a la que ya murió y
a la que aún vive. No pensemos sólo en la nuestra, en la que nos llevó
en su entraña y nos cobijó con su amor. Esa es siempre la más bella
aunque sus rasgos sean toscos; la más joven aunque tenga ochenta años y
peine canas; la más saludable aunque esté en lecho de enferma; la más
alegre aunque el sufrimiento la haya deformado; la siempre viva aunque
haya muerto. Pero la otra, la de todos, la madre del sufrimiento
dominicano, la madre que dio hijos para que hicieran patria y los dio
para las guerras civiles y los dio para restaurar la República y los dio
de nuevo para que los caudillos los enviaran a la muerte; la madre
dominicana que parió víctimas para la tiranía… ésa es la raíz misma de
este pueblo, la fuente de su vida y tal vez la única explicación de su
existencia.
Sea para ella nuestra veneración…
Pero
nuestra preocupación debe ser para la madre pobre; la que en los ranchos
de las ciudades y en los bohíos de los campos, a la luz de la jumiadora
o de la lámpara, ha estado junto al catre o junto a la barbacoa del
hijo enfermo, vigilándolo con ojos endurecidos por el trasnoche y
rogando al Dios de las alturas, con palabras atravesadas por el dolor,
la salvación del enfermito.
Nuestros pensamientos son hoy, Día
de las Madres, para ésa que levantó atormentada, buscando con ojos sin
sentido en los rincones de la vivienda algo con qué hacer comida para
sus hijos, los hijos del hambre que ella trajo al mundo con tanto amor
como la señora encopetada, pero desdichadamente sin la comodidad de la
señora encopetada.
Madre dominicana pobre, fuente del
sufrimiento, flor de lágrimas: tus hijos duermen sin sábanas, tus hijos
se levantan desnudos y pasarán el día desnudos o vestidos de harapos;
tal vez tus hijos no comerán en este Día de las Madres. Pero ten la
seguridad de que miles y miles de dominicanos oran y luchan para que en
esta tierra que te debe tanto amanezca un día la justicia sentada en la
loma más alta y en el bohío más humilde, con las dos manos llenas del
pan que te has ganado con tu dolor en todos los años de nuestra
historia.
Que el Señor te bendiga en este día, madre dominicana"