El paro fue pacífico y en un ambiente sin precedente en la historia de las confrontaciones sociales en este municipio, los huelguistas y policías disfrutaron de un sabroso "asopao de pollo" cocinado en dos gigantescos calderos en pleno escenario donde en tiempos atrás agentes del orden publico y manifestantes se enfrentaban a tiros.
Foto por Branly Vargas (Pili)