
La mayoría de los afectados residen en el barrio San Miguel y según los testimonios de María Gil, Juan Alberto Muñoz y Rosa Belkis Torrez, el supuesto organizador del viaje les pintó pajaritos en el aire y con la labia que tiene les hizo gastar más de 20 mil pesos y luego los dejó abandonados frente a la embajada de España en Santo Domingo sin un peso en el bolsillo.