Escrito por: Bladimir GarciaAl celebrar este año la Navidad, reflexionemos acerca de la forma en que podemos contribuir para vencer la violencia y construir una cultura de paz. En medio de la omnipresente situación de violencia en la que vivimos los Navarretense.
Construir una cultura de paz y no violencia es una necesidad urgente, y no sólo por razones políticas. La cultura de violencia es el resultado de una perversión de los valores fundamentales y de la incapacidad de preservar las relaciones. La lucha contra la violencia debe comenzar en nuestros corazones y en nuestras mentes. Una cultura de paz no puede imponerse por decreto.
La violencia está omnipresente en las calles, en las escuelas, en las familias y en los hogares. Sus víctimas suelen ser los que son diferentes: los miembros de minorías étnicas, raciales o religiosas; los refugiados; las personas con discapacidades; o simplemente los pobres y los marginados.
Estoy absolutamente convencido de que la unidad, el esfuerzo compartido, el consenso es siempre mucho más útil que el enfrentamiento sistemático, y si eso es siempre así, en los momentos de crisis, en las situaciones de dificultades no es que sea necesario, es que, desde mi punto de vista, es imprescindible
La Navidad, una fecha maravillosa, que nos debe de llenar de mucha dicha y felicidad, sobre todos porque seguimos vivos y con muchas ganas de vivir a pesar de las vicisitudes.
Tenemos que despertar esos bellos días de nuestra infancia, para ser felices, sin menospreciar el tiempo presente, que es el que nos hace poder ser lo que queremos ser hoy.
Son muchas cosas, que quiero desearles para estas Navidades y para el próximo año que se nos avecina, desearla de todo corazón, amor, salud, bienestar y todos los logros que no pudieron alcanzar este año.
En este momento, en Navidad, mientras estamos en adoración delante al niño de Belén, nos anima a la confianza. También en este tiempo delicado para nuestros pueblos, que el mensaje de paz, de bondad, de reconciliación anunciado en aquella Noche Santa venga recibido por cada hombre de toda la tierra.
Hermanos todos, hombres de buena voluntad, compartan con nosotros esta segura esperanza: es nuestro deseo de Feliz Navidad.
Para estas Navidades, les deseo que se cumpla sus pedidos al niño Jesús, y para el año que se avecina, este 2010 se realicen todo aquello que dejamos de hacer, y de lograr.
Nuestro deseo de paz y todo bien.
