En eso se puede resumir el discurso de anoche de Leonel, que si en algo hay que dársela es que supo generar la expectativa. Empezó reconociendo que no fue un cachú lo que encontró este gobierno por la pandemia, y que realmente se ha hecho un gran esfuerzo por frenar el virus y reactivar la economía, pero dice Leo...
- Han comprado vacunas a patá, pero metieron la pata con la tercera dosis porque todavía no habían estudios. Además, por concentrarse en el COVID se descuidaron en otras áreas de la salud.
- Dicen que la economía crecerá un 7.5% este año, pero eso es manipulación porque lo están comparando con el año pasado. Si lo comparan con el 2019, el crecimiento será de solo 0.3%.
- El gobierno tiene poco mérito por la recuperación, porque solo han invertido una parte de lo que debieron invertir. A quien hay que dársela es al gobierno gringo, porque repartieron cuartos y eso se tradujo en miles de millones en remesas.
- Es verdad que había que coger prestado, pero no tanto. Somos el segundo país que más se ha endeudado en todo el mundo durante la pandemia. La deuda ha subido 13,000 millones este año, cuando en sus 8 años aumentó de a 1800 millones por año.
- El gobierno dice que se han recuperado 700,000 y pico de empleos, pero eso es embuste porque solo se perdieron 400,000 y algo durante la pandemia, y aquí nunca se ha pasado de 120,000 empleos en un año.
- El gobierno le achaca el aumento de los precios a la materia prima, pero nosotros somos los cuartos con mayor inflación alimentaria de toda Latinoamérica, y lo que es igual no es ventaja.
- Aplausos a Luis por insistir con la transparencia y la corrupción, pero dice Leonel que todos esos esfuerzos los empezó él en 1996. Comoquiera ve bien que se quiera seguir mejorando, y por eso acepta con gusto la invitación al diálogo de las reformas. Pero no está de acuerdo con la de la Constitución para «blindar» el Ministerio Público, porque la ley ya dice que el MP es independiente y autónomo.
