Un fuerte estruendo en la madrugada despertó a Maya Donnelly, pero no le prestó atención en medio de la tormenta y volvió a la cama.
Horas después, revisó la cochera de su casa en Nogales, cerca de la frontera entre México y Estados Unidos, y vio pedazos de madera en el piso. Pronto, encontró un paquete envuelto en plástico negro.
En su interior había 11,7 kilogramos (26 libras) de marihuana, un paquete que, según las autoridades tiene un valor de 10.000 dólares y que posiblemente fue arrojado por accidente desde la aeronave de un narcotraficante.
"Cayó justo encima de la casa del perro", dijo Donnelly sobre el incidente del 8 de septiembre, que fue reportado en primera instancia por el periódico Nogales International. "Dejó un hueco en la cochera".
Al vivir cerca de la frontera, Donnelly asumió que el paquete contenía drogas. De inmediato llamó a su esposo Bill, quien le pidió que llamara al número de emergencias.
La pareja dijo que la policía que asistió al llamado les comentó que posiblemente un avión ultraligero proveniente de México se deshizo prematuramente de parte del cargamento por accidente y dejó caer el resto más al norte, según la publicación.
El jefe de policía de Nogales, Derek Arnson, dijo que es la primera vez en sus tres años en el puesto que ve un cargamento de drogas impactarse contra una construcción.
"Alguien definitivamente cometió un error y quién sabe cuáles sean vayan a ser las consecuencias para ellos", dijo Arnson.
La policía intenta determinar si el paquete era llevado por una aeronave o un dron no pilotado. Dichos viajes generalmente ocurren de noche.
Donnelly cree que es poco probable que alguien vaya en busca de las drogas, que ahora están en custodia policial. Arnson está de acuerdo, pero de cualquier forma incrementó el número de patrullas en el vecindario de manera temporal.
La familia deberá correr con la cuenta de unos 500 dólares en reparaciones, así como una nueva casa para su pastor alemán, Hulk. Pero el escenario pudo haber sido mucho peor para la pareja y sus tres hijas adolescentes.
Familiares y amigos también le han encontrado humor a la situación. Varios bromean de qué la pareja pudo haber sacado buenas ganancias del sorpresivo paquete.
"Es lo que todos nos dicen: '¿Por qué llamaron a la policía?'" dijo Donnelly. "Pero ¿Cómo tener la consciencia tranquila? Pudimos hacer muchas reparaciones a la casa con ese dinero".