Recientemente el Ayuntamiento de Villa Bisonó Navarrete ordenó la destrucción de dos puentes que facilitaban la entrada y salida por la parte Oeste al populoso barrio Manolo Tavares Justo; por ahí podían transitar vehículos de todo tipo y la conexión del barrio con otros sectores de la parte baja del municipio era directa; pero la desacertada medida fue tomada sin ponderar justamente el uso que se les daba a los mismos y sin escuchar las opiniones de los residentes en el lugar.
Lo extraño de esa medida es que han destruido dos puentes que funcionaban correctamente para dar paso a la construcción de un pequeño puente peatonal, que según versiones el Ayuntamiento lo hará con retazos o sobrantes y que por este no podrán pasar ni siquiera una motocicleta porque será "un puentecito peatonal". Pero resulta aún más extraño y chocante el interés y el empeño con el que la alcaldesa Amantina Gómez defiende esta descabellada medida y la nueva construcción ya en proyecto.